No se trata de luchar por nuestra pérdida de derechos, ni de la precariedad laboral, ni de las
presiones a las que nos vemos sometidos los trabajadores de Correos, sino de algo tan sencillo
como es una gorra.
Sabemos que en los centros de reparto se están proporcionando gorras a los carteros como
una de las “irrisorias medidas” que la empresa ha pensado para paliar las altas temperaturas
que sufrimos durante los meses de veranos los trabajadores que estamos en la calle.
Una vez más un acto que podríamos considerar, a priori,como positivo se convierte en
discriminatorio e indignante puesto que en las UR se les está denegando al personal eventual.
¿es que no trabajan bajo las mismas condiciones, a veces extremas, que el resto de los
trabajadores fijos?
Yo diría que incluso peores, puesto que el turno de tarde está formado por compañer@s
eventuales en su totalidad y en una franja horaria donde el calor es todavía más intenso.
Todos somos conscientes de las pésimas condiciones contractuales de los mismos, pero este
gesto de la empresa demuestra una vez más la deshumanización sistemática de sus políticas
en lo que a sus trabajadores se refieren.
Si algo tan insignificante e insuficiente como dar una gorra para sobrellevar un poco mejor el
calor se gestiona de esta manera tan ruin, definitivamente:
NO TIENEN LIMITES...
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